Afganistán, situado en Asia Central es posiblemente uno de los países más conflictivos del mundo. Rodeado de países que pertenecían a la URSS y que intentan un auge económico.
De
acuerdo con sus datos
macroeconómicos ,el PIB per cápita es un muy buen indicador del nivel de vida
y en el caso de Afganistán, en 2020, fue de 452 € euros ,por lo que se
encuentra con esta cifra está en la parte final de la tabla, en el puesto 187.
Sus habitantes tienen un bajísimo nivel de vida en relación a los 196 países
del ranking de PIB per cápita.
Esto da a ver una clara decadencia en este país
constantemente. Reconociendo así la baja calidad de vida con la inestabilidad
política y el bajo nivel de instrucción ya que el gasto en I+D de esta clase de
países suele ir dirigido al armamento.
A raíz de su reciente conflictividad social, como es el actual con los talibanes, caracterizado por la exclusión y atraso en cuanto a los derechos de la mujer, que cumple 20 años.
De
cualquier forma, el principal problema viene ligado a la pandemia. Reducen aún
más la calidad de vida de sus habitantes.
Por
todo ello, ¿cómo va a afectar el contínuo conflicto a un país? Estableciendo el
ejemplo con y comparación con Afganistán y comparándolo con su vecino Kazajstán,
este explota su economía en la industria petrolífera.
En
primer lugar, haciendo alusión a sus factores históricos, Kazajstán perteneció
a la URSS hasta el 10 de diciembre de 1991. Esto diferencia claramente a ambos
países.
No
obstante, la diferencia más clara la encontramos en lo que mueve a todo país, y
lo que está detrás del PIB per cápita: nada más y nada menos que el I+D, la
inversión en capital humano.
En
primer lugar, en Kazajstán la educación es una de sus principales prioridades
con un 99% de asistencia a la educación primaria y un 100% a la educación
secundaria, atendiendo a la evaluación PISA
2020, además de subir 10 puestos en la clasificación OCDE (puesto 59 al 49)
teniendo factores que pueden considerarse como grande emergencia. Además, los datos macroecómicos muestran un
aumento del gasto público en salud, en 2017 de un 62,08%, frente al de 2003 del
54,81%
Mientras
que, en Afganistán se asume su bajísima tasa, lo destacable de su macroeconomía es su gran cantidad de
importaciones frente a las exportaciones que este país realiza.
Atendiendo
a su nivel de vida, encontramos su gasto público en salud per cápita de 6
euros. Mientras que el gasto en defensa ocupa casi un 5% del gasto público en
2019.
Lo
mismo ocurre atendiendo a su IDH, que
en 2019 era de 0,511.
Pero todo ello, ¿qué repercusión tendrá?
No
son pocas las empresas que están empezando a optar por el continente asiático
para invertir en la creación de una nueva empresa, poniendo sus puntos de mira
en la creciente emergencia sobre todo de Kazajistán. Como ejemplo, tenemos a TMF group.
Esta
empresa sin ir más allá es un ejemplo claro de la apuesta económica hacia
Kazajstán; ejerciendo enlace con diferentes empresas y viéndolo como una
inversión debido a sus grandes dimensiones y creciente formación del capital
humano.
Quizás
el ejemplo más llamativo en la clara contradicción entre el avance social y el
entorno del país, se muestra en las “protestas ante sus vecinos”, tal y como
expuso el periódico online de El
País por Pilar Bonet el pasado 6 de enero de 2022.
Gran
cantidad de recursos naturales frenados por instituciones.
Por tanto, manteniéndonos positivos, aunque aún quede mucho por hacer, el entorno puede frenar, pero el cambio es posible…sin que las instituciones frenen.
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